Le pregunté al sol si sabía de calor;
a la luna de soledad.
Le pregunté a las estrellas si sabían de belleza,
y al mar de tempestad.
Le pregunté a Cupido si sabía de amor,
y a Jesús sobre el dolor.
Le pregunté a un invidente si sabía de oscuridad,
y al jefe militar de autoridad.
He hecho tantas preguntas...
He obtenido tantas respuestas.
Pero a ti te he cuestionado,
más te has quedado en silencio.
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