Duerme en letargo del tiempo
un extraño sentimiento
que se niega a perecer
en la inconsistencia de la vida.
Tus ojos miran al infinito
buscando un sentido desconocido
e inexplicable
al torbellino de ideas
que por tu mente cruzan y se entrecruzan,
como queriendo huir despavoridas
del abismo de la inmoralidad.
Observas el reflejo de tu rostro en el espejo
y te apoyas en el diván de tus emociones.
Sabes a la perfección que el tiempo
recorre paulatinamente los senderos de tu existencia.
¿No serás lo suficientemente veloz como para pensar a tiempo
que el amor aún vive en tu corazón?
No hay comentarios:
Publicar un comentario