Alucinado
Ella se volteó para verme…
Mis ojos con los suyos se cruzaron.
En el espacio vacío de la hora hubo un punto.
¡Hola! Nuestros labios musitaron a la par.
Una sonrisa asomó al encuentro…
Y otra vez el silencio…
Silencio absurdo que yace inerte
Esperando una reacción súbita
Pero, ¿Cómo hablarle si mis labios son sus labios?
¿Cómo mirarle si mis ojos son sus ojos?
Y de nuevo nos llegó el silencio.
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