22 de junio de 2014

Melodía de Dios

El frío envolvía la montaña al caer la tarde; los árboles serenos movían sus hojas lentamente al ritmo de la brisa fresca que venía de occidente; las diminutas gotas de lluvia que paulatinamente caían sobre las hojas secas, que yacían en el suelo, formaban una melodía perfectamente combinada con el tenue cantar de los pajarillos pululantes de frío... Era la melodía de Dios... dulce, serena, fresca.

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