30 de diciembre de 2011

Un año que termina




La vida vivida en 1 año, distribuidos en 365 dias, menos en bisiesto que tiene 366,48 semanas, 8760 horas, 525600 minutos y 31536000 segundos, nos hace ver que el tiempo, aunque parezca largo, llega un momento en el que se acorta. Ya el año 2011 está en su punto culminante y con él se van muchas experiencias vividas; unas buenas otras malas.
Por mi parte puedo decir que el 2011 no fue el mejor año, pero en él quedan grabados muchos días de bonitas experiencias, personas inolvidables y momentos que no se repetirán.

Uno siempre se llena de expectativas con el año que está por entrar. Muchos buenos deseos afloran por doquier, más no siempre esas expectativas se cumplen. Realmente dependerá de la actitud que afrontemos a lo largo de esos 12 meses. Querer un año de dicha y prosperidad no debe quedarse sólo en meros deseos, más bien es menester de cada uno de nosotros luchar por las cosas que queremos lograr en el año venidero.

Busquemos acumular buenas experiencias en este año 2012 para que el tiempo que vivamos junto a él no pase como el viento a través de las rendijas. Que el Todopoderoso nos llene de dicha y felicidad.

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