En ocasiones pensamos que la vida no tiene sentido,
Que estamos de más en este mundo,
Que el maravilloso barco de la felicidad
No conoce nuestro muelle.
A veces nos sentimos como pájaro si nido,
Tristes y despavoridos sin nadie que nos acurruque
En intensas noches de frío.
A veces quisiéramos escapar de todo lo que nos oprime,
Elevar nuestro vuelo al cielo, alcanzar la inmensidad
Y perdernos entre las nubes.
Después de la tormenta llega la calma.
Espero en este peregrinar de la vida,
Un día poderme encontrar
Con ese alguien que reconforte mi alma.
No me importa esperar un siglo
Ni tampoco la eternidad, pues tengo un corazón paciente,
Que aun con fracasos y desamores,
Siempre ha sabido aguardar.
Desde la tierra hacia el cielo
A Dios elevo mi oración,
Para que no me permita ser equívoco
En las cosas del amor.
Aunque yo sea pequeño
Y me crean lo peor,
Dentro de mi ser llevo
Un inmenso corazón.
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