Dejaré de buscarte
Cuando tus ojos de brillar
En la más profunda oscuridad de mi alma.
Dejaré de buscarte
Cuando mis labios ya no vuelvan a susurrar
Palabras hermosas y apacibles
En mis momentos de tristeza y soledad.
Dejaré de buscarte
Cuando tus manos, cansadas y sin aliento
Dejen de acariciar mis dulces y cálidos sueños.
Dejaré de buscarte
Cuando tus pies, fríos y rígidos
No puedan trasladar tu fluctuoso cuerpo
A nuestro encuentro por las noches.
Dejaré de buscarte
Cuando ya haya olvidado tus labios,
Tus ojos, tus brazos, tus pechos
Y el amor que me mantiene como una hiedra
Atado a tu amor.
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