Miro el lápiz y la hoja de papel sobre la mesa; pienso en ti, el momento y el lugar me incitan a escribirte lo que siento. Sé muy bien que poco te conozco y sin embargo mi corazón me dice que te quiere. Cuando hace poco más de un año te vi sentada en el pavimento del cole hablando conmigo, pude notar cuan sencilla eras. Tu tez sonriente y tus gestos amigables me hicieron ver que estaba frente a una persona súper especial. Te veía y me aferraba a la idea de que difícilmente te vuelva a ver o al menos no por mucho tiempo. Hoy esto es así, y sin embargo te siento tan cerca aun estando lejos. Amiga, Dios te ha creado para ser feliz y yo le quiero ayudar en su propósito, como un agradecimiento a la maravillosa oportunidad de haber puesto en mi camino a una persona como tú: capaz de valorar a un amigo como yo. ¡Qué más podría yo desear! Soy feliz por ti y te quiero de una manera especial. No me importan tus problemas ni lo complicada que podrías ser, te acepto tal cual eres y te admiro sólo a ti: una niña bella con cualidades de un ángel celeste. Hoy quiero que sepas que te ofrezco mi amistad incondicionalmente, que puedes contar conmigo cuando quieras reír o llorar o gritar… espero en Dios que nuestra amistad perdure para siempre. T.Q.M. Kenyi Joanny Palacios.
Atte. Neftalí Féliz
1 comentario:
Dios!! Que bellas palabras me encanta... se te nota quee eres un sentimental...
Te felicite por tu talento!!!
Publicar un comentario