El mundo necesita Héroes

Desde los tiempos más remotos, la literatura nos ha presentado la existencia ficticia de seres humanos con capacidades extrahumanas, que los hace ver distintos y superiores a los demás seres pertenecientes a su especie. A ellos los vemos realizar hazañas que sólo en su capacidad de ficción pueden hacer. Estos seres recorren el mundo en busca de posibles amenazas en contra de la vida terrestre. Pasan capítulos y el súperhéroe no se cansa, venciendo siempre a sus adversarios aunque después de cada lucha quede deteriorado.

Los súperhéroes son indispensables para la supervivencia de los habitantes de la Tierra, pues, son muchos los males que nos asedian a nuestro alrededor. A la luz de todo esto, me surge una interrogante: ¿Podrían existir héroes en el mundo real? Muchos se atreverían a decir: depende de qué tipo de héroe se esté hablando. Yo pienso que el héroe es lo que es su función. Si no hay villanos, el súperhéroe no tiene razón de ser.

En nuestro mundo real existen héroes, personas sencillas y humildes que día tras día luchan por ver su entorno social más habitable y mejor, que, a carta cabal, se niegan a sí mismos con tal de hacer la diferencia en un mundo donde los villanos habitan con residencia. A los héroes que me refiero son los sacerdotes. La vida del sacerdote es una constante lucha en pro de los más necesitados, los olvidados y rechazados, los desvalidos y méndigos, tal como lo hizo Jesús. Para mí el sacerdote es un héroe de nuestro tiempo, capaz de enfrentarse hasta con su propio destino con tal de seguir a Jesús hasta el final.
El sacerdote no tiene una capa para volar, pero tiene una dignididad que mostrar; el sacerdote no tiene una mirada de fe que derrita el asfalto, pero tiene un corazón ardiendo en el amor de Jesucristo; el sacerdote no tiene un brazo biónico que destruya grandes muros, pero posee el don de la palabra de Dios capaz de destruir las grandes barreras que a diario nos presenta el maligno.

El mundo necesita de héroes como los sacerdotes, que sean capaces de negarse a sí mismos, cargar con su cruz y seguir el camino de Jesús, no por prestigio ni fama, sino por hacer presente, aquí en La Tierra, el Reino de Dios. A tí, joven, si quieres formar parte del Escuadrón Pro-Reino de Dios, sólo tienes que decir SÍ al llamado que Jesús te está haciendo. Pero, ¡Cuídado! Que cuando eres un héroe, tu alrededor se invade de villanos con la intención de alejarte de tu misión Pro-Reino de Dios. Muchos te cosiderarán su amigo, en cambio otros creerán de ti ser su peor enemigo. Pero no te importe la situación en la que te encuentres, sólo dirígete a la fuente de tu poder (Dios) por medio de la la oración, y Él te ayudará a vencer enviándote su Espíritu Santo.

No tengas miedo y sé parte del Escuadrón Pro-Reino... Sé un sacerdote para Cristo.